“Feliz cumpleaños querido Dr. Eduardo Kalina:gran médico, comunicador, profesor y amigo.”
Psiquiatra Dario Gigena Parker, especializado no tratamento de dependência química, nas homenagens do Instituto Greenwood ao mestre Eduardo Kalina
“En noviembre sucede algo muy importante en toda efeméride de la psiquiatría iberoamericana, es el cumpleaños del Dr. Eduardo Kalina. Fecha importante, haya pandemia o no.
Lo conocí a fin de siglo. Con la dignidad y la generosidad que lo caracteriza, coordinaba una mesa de simples trabajos libres, compuesta por principiantes entre los que estaba yo.
Recuerdo que su rol en la mesa lo desempeñaba con la seriedad y energía propia más de un plenario o una conferencia principal que una simple mesa de trabajos libres. Sorprendentemente, ninguno de los jóvenes e inexpertos disertantes de la mesa estábamos nerviosos ante su presencia. Su gracia y magnetismo sacaban los miedos.
Recuerdo haber presentado un trabajo sobre la tendencia antisocial en las adicciones, mi caballito de batalla en ese entonces. Kalina, fiel a su estilo, agregó después de mi presentación: “como Gigena dice, hay que coser con alambre todo orificio del cuerpo para protegerse de este tipo de pacientes y a la vez ayudarlos”. La audiencia rápidamente pasó de la abulia propia de ese tipo de mesas, a la hilaridad que generaba Eduardo. Nos hicimos amigos, en realidad, me regaló el honor de ser su amigo.
Tutorial de la amistad.
Kalina te enseña con magistral empirismo cómo iniciar, mantener y alimentar las amistades. Sobre todo lo último. Compartir una comida con Eduardo es una experiencia muy porteña y personalísima de él. Una mesa redonda (para verse las caras) un blanco mantel impecable (de buen restaurante) y todo listo para un festival de sensaciones. Desde los diálogos que entabla con los camareros, dueños y encargados hasta su conocimiento del mejor plato del lugar. Un pecado pedir otra cosa del menú, Kalina siempre acierta. Luego vienen los chistes. Eduardo tiene la magia de contar chistes muy buenos y como en una versión moderna de la Boda de Caná, logra el milagro de multiplicar los chistes, aquellos que no nos acordábamos que sabíamos y que surgían a borbotones animados por la recompensa de su risa generosa. También en eso Kalina es generoso, se ríe de chistes que ya conoce, los festeja y los agradece.
Podría haberme detenido en su trayectoria, legado, premios, reconocimientos pero opté por rescatar esta faceta de este gran médico, comunicador, profesor y amigo.
Feliz cumpleaños querido Dr. Eduardo Kalina.
PD: Gracias Dr. Pablo Roig por esta posibilidad, mi inmenso cariño y respeto.
LEIA AS HOMENAGENS AO MESTRE EDUARDO KALINA NESTE SITE NA PÁGINA